Con la llegada del frío, los radiadores se convierten en los grandes aliados dentro de un hogar. Sin embargo, si nota que algunos no calientan igual que otros o escucha ruidos extraños en el circuito, eso es que probablemente haya aire acumulado. En estos casos, purgarlos correctamente no solo mejora la eficiencia de la calefacción, sino que también reduce el consumo energético y alarga la vida útil del sistema. ¿Todavía no sabe cómo hacerlo? No hay problema, desde Ferretería Villaverde se lo contamos paso a paso.
1. Purgue siempre con la calefacción apagada y los radiadores fríos
Antes de comenzar, asegúrese de que la caldera y los radiadores estén completamente fríos. Y es que purgar con el sistema en funcionamiento puede ser peligroso, ya que el agua caliente podría salir a presión y causar quemaduras o dañar los conductos. Espere unos minutos tras apagar la caldera y, solo entonces, empiece el proceso.
2. Empiece por el radiador más cercano a la caldera
A la hora de purgar los radiadores, el orden es fundamental. Lo ideal es comenzar con el radiador que esté más próximo a la caldera y continuar con los demás siguiendo el recorrido del circuito. De este modo, el aire atrapado se irá expulsando progresivamente hasta llegar al radiador más alejado, garantizando un resultado uniforme en toda la instalación.
3. Abra la válvula de purga lentamente
Coloque un recipiente bajo la válvula para recoger el agua y gire el tornillo con cuidado, en sentido antihorario. Primero saldrá aire —se escuchará un ligero silbido— y después empezará a salir agua. Cuando el flujo sea constante y sin burbujas, cierre la válvula firmemente. Repita el proceso en cada radiador hasta completar el sistema.
4. Revise la presión de la caldera tras el purgado
El purgado puede reducir la presión del circuito de calefacción, por lo que es importante comprobar el manómetro una vez haya terminado. La presión ideal se sitúa entre 1 y 1,5 bares. Si es inferior, debe rellenar el sistema con agua siguiendo las instrucciones del fabricante.
5. Mantenga los radiadores limpios y sin obstáculos
Una vez purgados, conviene mantener los radiadores en buen estado. Retire el polvo con frecuencia y evite cubrirlos con ropa o colocar muebles demasiado cerca, ya que esto impide la correcta difusión del calor. No olvide que con los radiadores limpios y bien ventilados, el rendimiento mejora y el consumo de energía disminuye.
¿Le han surgido dudas a la hora de purgar sus radiadores? ¡Venga a vernos!
Con la llegada del invierno, purgar los radiadores es una costumbre bastante interesante. Una vez lo haya hecho, descubrirá que es una magnífica herramienta para que funcionen de manera óptima y no derrochen energía. No obstante, si llega el momento de hacerlo y tiene cualquier duda a la hora de purgar sus radiadores, contacte con nosotros y el equipo de climatización de nuestra ferretería en Pontevedra le podrá ayudar.